El aceite de oliva es sin duda uno de los cimientos de la dieta mediterránea, cuyas saludables propiedades son abiertamente alabadas por médicos y nutricionistas de todo el mundo. Conoce con Evadium todos los beneficios que el aceite de oliva puede aportar a tu salud y te sorprenderán las numerosas cualidades que lo encumbran como uno de los alimentos más sanos del mundo. A buen seguro que después de leer este artículo este auténtico oro líquido se convierta, si aún no lo es, en un ingrediente indispensable de tu gastronomía.
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El aceite de oliva como pilar de la dieta mediterránea
Sabemos que no vamos a descubrirte nada al afirmar que la dieta mediterránea es una de las más saludables del planeta. Sin embargo, quizás te sorprenda algo más el hecho de que la columna central de esa beneficiosa pirámide alimenticia –cimentada sobre verduras, frutas, cereales, legumbres y pescado– sea precisamente el aceite de oliva, y para ser más exactos el aceite de oliva virgen extra (AOVE), es decir, aquel que ha sido obtenido únicamente mediante un prensado en frío y cuya acidez –o concentración de ácido oleico– es inferior al 0,8%.
Este excepcional zumo de aceituna, de un característico color verde intenso, ha ayudado a mejorar la esperanza media de vida de los habitantes del sur de Europa. Es una grasa vegetal rica en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y poliinsaturados (ácido linoleico), por lo que resulta ideal para proteger el sistema cardiovascular. Pero además posee también un alto contenido en polifenoles, unos antioxidantes muy potentes –de los cuales la vitamina E es el más activo biológicamente– que impiden o atenúan muchos procesos oxidativos de nuestro organismo. Según los estudios más recientes, el AOVE te protege también contra procesos asociados al envejecimiento, como son el estrés oxidativo, la inflamación y el riesgo cardiovascular.
Para aprovechar al máximo su alto contenido en vitaminas y antioxidantes es recomendable consumirlo esencialmente en crudo, o en preparaciones tradicionales como guisos y sofritos, siendo indiferente el momento del día para tomarlo –si bien hacerlo en ayunas contribuye a paliar el estreñimiento–. Además es un alimento que se puede consumir durante todas las etapas de la vida. Los expertos recomiendan una ingesta diaria de unas cuatro cucharadas soperas de AOVE, aunque si estás realizando un tratamiento dietético lo mejor es que te ciñas a las indicaciones de tu médico al respecto.
Conoce a continuación con más detalle los beneficios que el consumo habitual del aceite de oliva hacen de éste auténtico oro líquido para tu salud.
Beneficios del aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Tiene propiedades antibacterianas
El AOVE ha demostrado ser especialmente eficaz contra la Helicobacter pylori, una bacteria que puede causar acidez, úlceras e incluso cáncer de estómago. Estudios específicos han demostrado que 30 gr de AOVE tomados diariamente durante dos semanas pueden neutralizar la infección por Helicobacter pylori en hasta un 40% de los casos. De hecho, el AOVE tiene capacidad de acción sobre ocho cepas de esta bacteria, incluyendo tres que hoy en día presentan una alta resistencia a los antibióticos.
Mejora la salud intestinal
El AOVE tiene numerosos efectos beneficiosos en el sistema digestivo. Reduce la halitosis y la acidez en el estómago, favorece el tránsito intestinal –no olvidemos su efecto laxante al tomarlo en ayunas–, impide en cierta medida la absorción de colesterol y favorece la absorción de otros nutrientes –gracias a su contenido en sitosterol– como el calcio, hierro, zinc, magnesio y las vitaminas del grupo B. También ayuda a optimizar las funciones hepática –disminuye el estrés oxidativo de las células hepáticas y estimula la secreción de colesterol–, pancreática y biliar –estimulando su vaciado y la síntesis de sales biliares–. Además, uno de sus compuestos orgánicos, el oleocantal, posee una acción antiinflamatoria que se ha demostrado efectiva en el tratamiento de determinados tumores del tracto digestivo.
Previene el deterioro cognitivo y el Alzheimer
Ya te hemos adelantado que los polifenoles del AOVE son moléculas con importantes acciones antioxidantes y antiinflamatorias, pero recientemente se ha demostrado que también potencian el desarrollo de nuevas neuronas. Por otro lado, está demostrado que las grasas son esenciales para la formación de las membranas celulares y del tejido cerebral, y que aquellas personas que consumen esencialmente grasas monoinsaturadas –como las del AOVE– gozan de una mejor función cognitivas e incluso de mejor memoria. Por último, un reciente estudio de la Temple University de Philadelphia demostró en ratones que el AOVE impedía la creación de placas beta-amiloides en las células cerebrales e incluso favorecía su reducción, lo que puede tener efectos muy esperanzadores en la lucha contra el Alzheimer.
Previene la artritis
Debido a las acciones antiinflamatorias y antioxidantes de polifenoles como el oleocantal, el AOVE puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación articular propios de la artritis reumatoide, así como prevenir dicha enfermedad, un efecto que se potencia más aún con el consumo de pescados ricos en ácidos grasos omega –salmón, caballa, atún, arenques y sardinas–, aguacate y frutos secos como las nueces o las almendras.
Alivia algunas molestias y dolores leves
Por su contenido en oleocantal y otros polifenoles, el AOVE puede ayudar a reducir dolores leves en músculos y articulaciones, mediante su aplicación directa. El saber popular siempre ha recogido que un masaje con este aceite es eficaz para tratar la hinchazón y el dolor de una parte localizada del cuerpo.
Previene la diabetes tipo II y ayuda a mejorar la tipo I
Recientes estudios publicados en revistas como Diabetes Journal y Diabetes Care, han demostrado que las personas que consumen AOVE en el marco de una dieta saludable – con verduras, frutas, legumbres y cereales– redujeron el riesgo de desarrollar diabetes tipo II entre un 40 y un 50%, gracias a los efectos beneficiosos que el AOVE tiene sobre la glucemia sanguínea y sobre la sensibilidad de nuestro organismo a la insulina –algo que ocurre también en la diabetes tipo I–.
Ayuda a perder peso
El AOVE es un alimento que puede incluirse en muchas dietas para bajar peso, ya que contiene grasas saludables que son beneficiosas para acelerar el metabolismo y quemar calorías. Según un estudio de 2018 publicado en la Revista Española de Salud Pública (vol.92), “una dieta enriquecida con aceite de oliva seguida durante al menos tres meses puede disminuir el peso, el perímetro de la cintura y el índice de masa corporal, en individuos sin eventos cardiovasculares previos”. Además favorece la síntesis en el intestino de una sustancia, la oleiletanolamida, que genera un efecto saciante.
Equilibra los niveles de colesterol
Diversos estudios han demostrado que el consumo de AOVE mejora la protección del organismo frente al colesterol ‘malo’ (LDL), y que los fitoesteroles que contiene aumentan el HDL, lo que ayuda a equilibrar los niveles orgánicos de colesterol.
Reduce la tensión arterial
Existe una estrecha relación entre la alimentación y la presión arterial. En el marco de la dieta mediterránea –con reconocidos efectos vasodilatadores que ayudan a bajar los valores de este parámetro–, se ha constatado que el consumo habitual de AOVE ejerce un efecto reductor tanto de la presión máxima (sistólica) como de la mínima (diastólica), gracias a la disminución de óxido nítrico en el torrente sanguíneo que provocan sus polifenoles.
Previene las enfermedades cardíacas
Son muchos los estudios que afirman que el consumo habitual de AOVE, compuesto casi exclusivamente por grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, ayuda a prevenir el desarrollo de numerosas patologías cardiovasculares. Además de equilibrar los niveles de colesterol y reducir la tensión arterial –dos de los principales factores de riego cardiovascular–, contribuye a reducir la inflamación, mejora la función del revestimiento de los vasos sanguíneos y ayuda a prevenir la coagulación no deseada de la sangre.
Mejora la respuesta inmune
La riqueza del AOVE en antioxidantes puede reforzar la actividad del sistema inmunitario, y mejorar así la respuesta de nuestro organismo frente a virus y bacterias. Algunos estudios han hallado evidencias de que la función de ciertos glóbulos blancos, como los linfocitos T, puede verse potenciada por el consumo de este alimento.
Previene el cáncer
Los antioxidantes del AOVE –al igual que otros de su clase– ayudan a reducir el estrés oxidativo provocado en nuestras células por los radicales libres, que ha sido identificado como uno de los factores que pueden desencadenar el desarrollo del cáncer. Más concretamente, y aunque aún se investiga para obtener más evidencias al respecto, se cree que el consumo de aceite de oliva podría reducir el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, como los de intestino y colon, páncreas, endometrio, próstata y mama. Algunos estudios han evidenciado una incidencia menor de estas enfermedades –entre un 10% y un 25% menor, según el tipo de cáncer– en personas con un alto consumo de AOVE.
Ayuda a luchar contra el envejecimiento
Es un hecho que los modelos biológicos más extendidos para estudiar y comprender las causas del envejecimiento se basan, precisamente, en los procesos de oxidación provocados por los radicales libres en nuestro organismo. Al igual que has visto en el punto anterior, el AOVE ayuda a suplir la producción de antioxidantes endógenos –que se ve disminuida con el paso de los años– gracias a su alto contenido en antioxidantes naturales, reduciendo así los efectos de la oxidación en nuestras células.
Mejora la salud cutánea
Los beneficios del AOVE para nuestra piel están mediados también por su alto contenido en agentes antienvejecimiento –antioxidantes y nutrientes naturales como el escualeno o la vitamina E–, que retrasan el adelgazamiento de la dermis y la epidermis, la fibrosis del colágeno y la disminución en la producción de elastina. Pero las bondades del AOVE para nuestra piel no se limitan a su consumo, sino que también provienen de su aplicación directa, por lo que es usado como componente esencial en la elaboración de cremas hidratantes y reconstituyentes. Además, el aceite de oliva es uno de los mejores humectantes naturales para nuestra piel, nutriéndola en profundidad y suavizándola.
Ayuda a cuidar el cabello
Las grasas saludables y los nutrientes que se encuentran en el AOVE han demostrado ser muy efectivos para mejorar y mantener la salud del cabello. Además de los beneficios aportados por su consumo directo, el aceite de oliva puede utilizarse para elaborar mascarillas caseras que nutren, suavizan y revitalizan el cabello, siendo también el componente principal de un sinfín de productos –champús, cremas para peinar, mascarillas, acondicionadores, etc– muy eficaces para nuestra salud capilar.
Además de ser un magnífico compañero de mesa por sus saludables propiedades, el aceite de oliva goza de un enorme abanico de variedades en España, primer productor mundial de AOVE, donde tanto su degustación como su elaboración merecen una visita en la que practicar el denominado oleoturismo.