El turismo rural está en auge, cobrando gran protagonismo en nuestro país año tras año. Los agentes implicados tienen (tenemos) el deber de cuidarlo y promoverlo y, para ello, debemos preguntarnos: ¿qué esperamos de este sector en los próximos años?, ¿cuáles son los próximos retos del turismo rural? Descúbrelo con Evadium.
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Unificar a nivel nacional la categorización de los alojamientos rurales
Espigas, encinas, bellotas y, desde 2013, también ‘Estrellas Verdes’. La diversidad en la clasificación de los alojamientos rurales en nuestro país se comprende cuando sabemos que son las propias comunidades autónomas quienes tienen dicha competencia.
Ante la necesidad de establecer unos criterios que permitiesen a los clientes identificar de forma sencilla las casas rurales como en el turismo convencional y, a su vez, homogeneizar, normalizar y estandarizar el turismo rural a nivel nacional, en 2013 se implementó un nuevo sistema de categorización en el Marco del Plan Nacional e Integral de Turismo (PNIT): las ‘Estrellas Verdes’. Todo ello, impulsado por el Ministerio de Industria y Turismo en asociación con Turespaña y los Directores Generales de Turismo de cada región de España.
Castilla y León fue la primera en aplicarlo. Otras comunidades autónomas como Cantabria se unieron más tarde a esta iniciativa, pero otras como La Rioja o Cataluña no, lo que deja a cientos de miles de alojamientos rurales fuera de la clasificación que unifica a todos estos establecimientos bajo un mismo patrón.
ASETUR, Asociación Española de Turismo Rural, por otro lado, se decanta por las espigas (de 1 a 5), teniendo su explicación en que nuestros vecinos franceses – donde el turismo rural está mucho más desarrollado -, cuentan con dicha clasificación de ‘espigas’. Se observa, en este caso, un proceso de unificación con la mirada puesta en Europa, lo que nos permitiría salir al extranjero con una buena promoción y comercialización de experiencias y alojamientos.
Es por ello que, la implantación de una categoría común en todas las CCAA – bien retomando iniciativas existentes, bien impulsando otras nuevas – se convierte en un auténtico reto para el turismo rural.. No existe una sólo vía y el debate sigue abierto.
Atraer al cliente de turismo rural extranjero
En un mundo tan globalizado e interconectado, la búsqueda de la internacionalización del turismo rural se hace cada vez más patente pero, antes de todo, debemos remar todos a una y ofrecer una promoción unificada, donde la comunicación uniformada juega un papel importantísimo. Iniciativas comunitarias como LEADER+ son un ejemplo de nuevas formas de abordar el desarrollo rural en Europa.
Por otro lado, a medida que el ecoturismo se hace más plausible en Europa y el resto del mundo, debemos hacer del turismo un sector más sostenible de modo que podamos atraer a este nuevo perfil de cliente extranjero. La riqueza de los recursos naturales y nuestras privilegiadas condiciones climatológicas hacen de España un destino ideal.
Los alojamientos rurales, promoviendo la sostenibilidad, no sólo mantienen la esencia del turismo rural, sino que atrae a los ecoturistas, tan concienciados en estos temas.
Frenar el intrusismo e integrar la economía colaborativa en el turismo rural
Bien conocido es este fenómeno en turismo en general, pero lo cierto es que el turismo rural no se escapa a este tipo de prácticas, tanto de intrusismo como de economía colaborativa.
En la última década, la competencia en materia de alojamientos se ha disparado, con la aparición de nuevos agentes ‘al margen de la ley’ en el terreno de juego. Esto ha generado controversias, con auténticos levantamientos en pie de guerra en el sector.
Ejemplos como el de Airbnb se trasladan al mundo rural, donde los particulares se convierten en auténticos gestores de ‘hotelitos’ rurales con encanto. Es de esperar que próximamente se den pasos adelante para regularizar a los nuevos agentes y no actúen en posición ventajosa frente al resto.
Diversificar los canales de venta de turismo rural
El apoyo casi incondicional de hoteles, alojamientos y establecimientos turísticos en general en las OTAs es una realidad, pero también es cierto que no se conoce a todos los jugadores que tienen presencia en este sector – o quienes toman la decisión suelen recurrir a lo ‘fácil’ -.
Se constata una excesiva Booking-dependencia de los establecimientos hoteleros, acaparando el gigante de las reservas online una posición de fuerza creciente. Ante esta situación, el desarrollo de estrategias comerciales más diversificadas es todo un reto para el turismo rural, además de una forma de llegar a clientes diferentes, especialmente si se trata de OTAs especializadas.
Superar la estacionalidad del turismo rural
La baja ocupación en ciertos períodos del año hace imprescindible la búsqueda de nuevas fórmulas para atraer al viajero fuera de fechas de temporada alta, como la diversificación o la especialización.
Partiendo del conocimiento de los recursos propios de la zona, se trata de capitalizar los principales atractivos en todo momento para realizar una propuesta de valor diferenciada. En este punto, detectar potenciales tendencias en turismo rural será clave.
Hecho este ejercicio previo indispensable, se puede apostar por trabajar micro-segmentos ofreciendo diversidad de actividades. Ferias, eventos, festivales de todo tipo, tradiciones y actividades paquetizadas en forma de escapadas son algunas de las propuestas en las que apoyarse.
Otra opción, en cambio, es inclinarse por la especialización en un tipo de actividad o público concreto: organizar escapadas de team building para empresas, atraer a los deportistas con el cicloturismo, sesiones de ornitología con expertos o cautivar con el mundo del vino a través del enoturismo.
En esta línea, las escapadas con actividades en destino se erigen como una gran solución al problema de la desestacionalización, donde el turista no sólo visita un pueblo y su patrimonio, sino que se relaja en el SPA del hotel, bebe sus vinos y degusta su gastronomía típica. Además, aprovecha el viaje para visitar otros pueblos de alrededor, visitar un castillo o pasear por sus reservas naturales.
Éstos son sólo algunos de los retos a los que el Turismo Rural tiene que enfrentarse en 2018 y los próximos años, ¿cuál consideras más importante para el sector?, ¿qué otros retos y tendencias añadirías? Nos encantará saberlo 🙂
El turismo rural es una gran opción para los turistas, debido a que no solo se le ofrece sol y playa, sino otras actividades que se pueden hacer durante la época de otoño e invierno. Además, el turismo rural opta por un turismo que cuida el medio ambiente cosa que muchos turistas lo agradecen y lo prefieren.