Qué hacer en la Ribera del Duero: de oeste a este
La Ribera del Duero es una de las Rutas del Vino por excelencia que recorre el corazón de la Península Ibérica, desde Valladolid hasta Burgos, pasando por sus capitales por excelencia – Peñafiel y Aranda de Duero – y completándose con su parte soriana.
Parada obligada son las bodegas de la Ribera del Duero – de las mejores del mundo -, visitarlas, recorrer sus galerías y salas de barricas y, sobre todo, catar sus excelentes vinos DO Ribera del Duero. Culturalmente, esta Ruta del Vino tiene mucho que ofrecer, con pueblos y villas cargados de patrimonio como iglesias, monasterios, castillos, plazas y mucho más; incluso podrás descansar en los mejores hoteles bodega de la Ribera del Duero. En el plano natural, esta región está rodeada de parques y naturaleza, que los amantes del senderismo no pueden dejar de descubrir.
No se queda atrás la gastronomía típica de la Ribera del Duero, con el lechazo asado en horno de leña como icono, pero con embutidos, postres y caldos que todo turista debería probar en su paso por esta Ruta del Vino de renombre internacional.
Ribera del Duero de Valladolid: Peñafiel y la Milla de Oro
Probablemente la villa más icónica de la Ruta del Vino Ribera del Duero. A cada lado de la Milla de Oro encontramos infinidad de bodegas de gran prestigio y donde su arquitectura se erige a la perfección en el horizonte de esta región vitivinícola.
Los ejemplos más representativos para practicar el enoturismo en la Ribera del Duero los encontramos en las Bodegas Protos en la ladera del Castillo de Peñafiel, en Legaris – de camino a Curiel de Duero – o en las bodegas del Grupo Matarromera. Entre viñedos y parajes bañados por el río Duero y sus afluentes encontramos también las bodegas Arzuaga Navarro o las de Emilio Moro, entre otras.
Por otro lado, no olvides visitar a tu paso por esta villa el Castillo de Peñafiel y el Museo Provincial del Vino – ubicado en su interior -.
Si quieres conocer más sobre Peñafiel, la capital de la Ribera del Duero vallisoletana, no dudes en consultar nuestra completa ‘Guía de viaje: De ruta por Peñafiel y la Ribera del Duero de Valladolid’.
Ribera del Duero de Burgos: Aranda de Duero
Después de Peñafiel, Aranda de Duero es la siguiente ciudad en importancia de la DO Ribera del Duero. Conocida sobre todo por sus bodegas subterráneas y por sus asadores, esta villa – junto con sus pueblos de alrededor – es parada obligada para todo aquel que va de turismo a la Ribera burgalesa.
Con bodegas como Portia, PradoRey o Pago de los Capellanes, Aranda de Duero se ha hecho un hueco en el mundo tan en auge del enoturismo. Y, junto con la gastronomía típica de Aranda como el lechazo, embutidos y caldos, conforman un importante foco para aquellos que buscan deleitar su paladar.
Pero la parte cultural no se queda atrás. Las villas de alrededor se han convertido en auténticos núcleos atrayentes de viajeros que desean fotografiar el lado más histórico en sus escapadas, con ejemplos como la monumental Lerma, Covarrubias, Santo Domingo de Silos, Caleruega o Peñaranda de Duero. Con Monasterios como el de Santa María de la Vid o el de San Pedro de Arlanza, esta región acoge mucho patrimonio en poca extensión.
Si quieres conocer más sobre Aranda de Duero, la capital de la Ribera del Duero burgalesa, no dudes en consultar nuestra completa ‘Guía de viaje: De ruta por Aranda de Duero y la Ribera del Duero de Burgos’.
Ribera del Duero de Soria
Aunque la menos conocida, la Ribera del Duero soriana tiene un gran potencial basado en el patrimonio arquitectónico de los pueblos de alrededor y de sus impresionantes paisajes, haciendo de la provincia de Soria un gran destino.
El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaz, Berlanga de Duero, Catalañazor o San Leonardo de Yagüe conforman un entramado de municipios y villas en los que el viajero podrá empaparse de la cultura de otras épocas y ver su reflejo en sus numerosos monumentos, castillos medievales, puentes e iglesias.
Respecto a naturaleza y entorno, en Soria encontramos el inconfundible Parque Natural del Cañón del Río Lobos donde la flora y la fauna se aúnan a la perfección, siendo ideal para amantes del senderismo, del deporte y los animales. Los Picos de Urbión, donde encontramos la famosa Laguna Negra, completan este paisaje que aquel que pase por él, no olvidará.
En el plano gastronómico, Soria hace un auténtico homenaje al cerdo y la caza, a lo que se unen las setas y, como no, el maridaje perfecto con los vinos de la DO Ribera del Duero.
Si quieres conocer más sobre la Ribera soriana, no dudes en consultar nuestra completa ‘Guía de viaje: De ruta por la Ribera del Duero en Soria’.
En resumen, repartidos a lo largo de Valladolid, Burgos y Soria, encontrarás multitud de motivos para escaparte y disfrutar de esta magnífica Ruta del Vino. Planifica con Evadium tu ruta de enoturismo por la Ribera del Duero a tu gusto tanto tiempo como desees, desde planes de un día hasta escapadas de fin de semana. ¡A qué esperas!