Bodegas históricas subterráneas en Aranda de Duero

Cuna de grandes vinos con una tradición vitivinícola centenaria, un patrimonio histórico abundante y una gastronomía liderada por el cordero lechal que enloquece a los paladares más exigentes, Aranda de Duero te conquistará.

Siguiendo el curso del río Duero desde Valladolid te conducirá hasta Aranda de Duero, villa llena de historia que junto con Peñafiel comparte la capitalidad de la Ruta del Vino Ribera del Duero, por su concentración de bodegas y su excepcional ubicación. Descubre con Evadium todos los atractivos de Aranda de Duero, destino gastronómico de primer orden con excelentes vinos y tesoros monumentales repartidos entre la villa y las localidades cercanas.

Aranda de Duero, un soberbio cruce de caminos

Acércate a Aranda de Duero y disfruta de una villa llena de historia en el centro de la vega que riega el río Duero a su paso por la provincia de Burgos. La ciudad posee el encanto de una localidad pequeña con espíritu de ciudad grande, dada su destacada actividad económica, y su espléndida ubicación, al situarse a menos de una hora de Burgos y Valladolid, y muy cerca de Segovia, Soria y Madrid.

Mapa de Aranda de Duero y comarca

Queda claro que el mundo del vino es el eje entorno al que gira Aranda de Duero, pero también esconde verdaderas bellezas arquitectónicas, que no debes perderte, como el Palacio de los Berdugo, una gran casona renacentista del S.XV donde se hospedó Napoleón en 1808 o el arte gótico de las diferentes iglesias de la zona, como la Iglesia de Santa María la Real. Por estas mismas calles se desarrolla la Semana Santa de Aranda de Duero, declarada de interés turístico regional.

Fachada Basílica Santa María la Real, en Aranda de Duero

Además de edificios llenos de historia, en la villa tendrás oportunidad de pasear por sus puentes medievales, especialmente el de las Tenerías, sobre el río Bañuelos y el de Conchuela, sobre el río Arandilla.

Plaza Mayor de Aranda de Duero

Y no te olvides de la tradicional Plaza Mayor, con su fuente luminosa y su templete de música. Allí mismo, en un edificio del siglo XVIII podrás también visitar el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino (CIAVIN), un espacio museístico situado en la Bodega de las Ánimas donde descubrir el legado histórico que la cultura del vino ha dejado en la comarca, en el que se recrean diferentes escenas relacionadas con labores de elaboración del vino en épocas pasadas.

Bodegas históricas subterráneas en Aranda de Duero

Y si lo tuyo son los museos, no te vayas sin visitar el Museo de Cerámica, con las cerámicas tradicionales de las distintas regiones de España, el Museo del Ferrocarril, el Museo Sacro de San Juan y el Museo Casa de las Bolas, con 130 obras de la colección Félix Cañada.

Junto a todos estos atractivos, Aranda de Duero alberga desde 1998 el festival Sonorama Ribera, todo un referente musical en la zona que reúne a mediados del mes de agosto a miles de personas a disfrutar del vino al ritmo de la buena música.

Las bodegas de Aranda de Duero

Aranda de Duero es considerada la capital de la Ribera del Duero burgalesa y tiene razones para ello. El casco antiguo de Aranda de Duero es un monumento vivo donde admirar la tradición vitivinícola de la que ha sido protagonista a lo largo de los siglos. En el subsuelo de la villa se esconden más de 7 kilómetros de laberínticas galerías subterráneas llenas de bodegas, excavadas entre los siglos XII y XVIII a una profundidad de entre nueve y doce metros para conservar los vinos a temperaturas y humedades adecuadas todo el año.

Bodegas Aranda de Duero

En el subsuelo del centro de Aranda de Duero es todo un museo de bodegas históricas donde se almacenaron grandes cosechas de vino de la Edad Media, muchas de las cuales aún se conservan y alguna que otra puedes visitar como la bodega del siglo XV Don Carlos, donde además podrás disfrutar de catas de vinos D.O. Ribera del Duero con sugerentes maridajes tales como quesos, tapas, ibéricos o incluso chocolates.

Al salir de Aranda de Duero, mires donde mires estarás rodeado de extensos viñedos y bodegas para todos los gustos. No es de extrañar por ello que acoja la sede la la Ruta del Vino de la Ribera del Duero. Desde Aranda de Duero podrás visitar algunas de las bodegas más destacadas de la Ribera del Duero y catar sus afamados vinos.

Vista aérea de bodega de diseño Portia, en Aranda de Duero

Camino de Burgos, a un paso encontrarás proyectos de diseño vanguardista como las espectaculares Bodegas Portia, obra del arquitecto Norman Foster, experiencia que podrás combinar con la visita a poblaciones vecinas como las monumentales villas de Lerma, Covarrubias o Santo Domingo de Silos.

Yendo hacia Roa, podrás sumergirte en los hermosos paisajes del valle del Duero y conocer otras bodegas de Aranda como Bodegas PradoRey, una de las mayores explotaciones de la Ribera del Duero. En la vecina Pedrosa de Duero, te espera Viña Pedrosa, una de las bodegas fundadoras de la Denominación de Origen Ribera del Duero, considerada una de las mejores bodegas de vino tinto de España, fruto del buen hacer de los hermanos Pérez Pascuas. Allí mismo encontrarás también la moderna bodega donde se elaboran los preciados vinos de Pago de los Capellanes.

Fachada de bodega Viña Pedrosa, en Pedrosa de Duero

Mientras que si optas por explorar la ruta que conduce a Soria, en localidad de La Vid, tienes la bodega de elaboración El Lagar de Isilla, un ambicioso proyecto vitivinícola heredero de la pasión por el vino nacida años atrás en su bodega histórica del siglo XV de Aranda de Duero. Situada justo en frente del famoso Monasterio de La Vid, de visita obligada, no dejes pasar la oportunidad de disfrutar del encanto de otros pueblos vecinos como Peñaranda de Duero, Caleruega o San Esteban de Gormaz.

La ruta monumental del Arlanza

En los alrededores de Aranda de Duero, además de viñedos y bodegas,  encontrarás en un radio muy cercano de distancia numerosas villas y pueblos vecinos con destacados patrimonios histórico-artísticos. Tal es el caso del conocido como “Triángulo de Arlanza”, conformado por los tres municipios bañados por las aguas del río Arlanza: Lerma, Covarrubias y Santo Domingo de Silos.

La villa ducal de Lerma

A medio camino entre Aranda de Duero y Burgos encontramos la villa ducal de Lerma, declarada conjunto histórico-artístico en 1965, conformada en torno al patrocinio del Duque de Lerma, uno de los principales consejeros del rey. Lerma vivió su máximo esplendor en el siglo XVII gracias al Duque de Lerma que hizo de la villa una “Corte de Recreo”, adonde acudían personajes relevantes y artistas (Góngora, Lope de Vega … ), y se celebraban fiestas y banquetes en honor de los Reyes de España.

Lerma posee uno de los conjuntos histórico-artísticos nacionales mejor conservados, de estilo Herreriano, interviniendo en su construcción los mejores arquitectos reales de la época, que la convierten en uno de los pueblos más bonitos de España.

Palacio ducal en Lerma, Burgos

En la parte alta de la villa podrás admirar la que fue residencia de los Duques de Lerma, su impresionante Palacio Ducal, construido en el siglo XVII y convertido en hotel en la actualidad. Junto al Palacio Ducal, destacan también la Colegiata de San Pedro, del siglo XII, y su Plaza Mayor, una de las más grandes de España.

Covarrubias

La villa medieval de Covarrubias, conocida como ‘La cuna de Castilla’, cuenta con un gran patrimonio monumental, en el que destaca la  Colegiata de San Cosme y San Damián, ó el Torreón de Fernán González, la única fortaleza castellana anterior al s. XI que se conserva. A poca distancia de esta villa, encontramos el Monasterio de San Pedro de Arlanza de estilo románico-gótico, en Hortigüela.

Claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos

Santo Domingo de Silos

Y si sigues en dirección sur llegarás a la villa medieval de Santo Domingo de Silos, donde podrás disfrutar del maravilloso conjunto monumental de la Abadía benedictina, cuyo claustro románico es considerado uno de los más destacados de Europa. Muy cerca de allí, podrás alargar tu viaje por la Ruta de los Monasterios de La Rioja.

Peñaranda de Duero, Caleruega y el Monasterio de La Vid

En la parte este de Aranda de Duero encontramos municipios tan singulares como Peñaranda de Duero o Caleruega. Esta última villa, Caleruega, rodeada de montañas de piedra caliza, destaca por su interés histórico – El Cid, durante su destierro pasó por esta villa – y turístico. Destaca el Conjunto Monumental de Santo Domingo, compuesto por la Parroquia de San Sebastián del s. XII y de estilo románico, el torreón de los Guzmanes, el Convento de los dominicos, el Real Monasterio de Santo Domingo de Caleruega y la Iglesia de Santo Domingo.

Villa Peñaranda de Duero

El Castillo de Peñaranda – que puede recordar al de Peñafiel -, está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento y, junto con su muralla, iglesias y el Palacio de los Condes de Miranda (o de Avellaneda) hacen de este municipio una parada casi obligada en tu ruta por la Ribera del Duero de Burgos.

Monasterio de Santa María de la Vid, provincia de Burgos

Un poco más al sur y en línea con Aranda de Duero, encontramos el Monasterio de Santa María de la Vid, que debe su nombre a que, en su interior, fue hallada la imagen de esta Virgen. Fundado en el s. XII hoy día pertenece a la Orden de los Agustinos y cuenta con una gran biblioteca, iglesia, sacristía, refectorio y varios claustros.

Los asadores de Aranda de Duero, embajadores de la cocina castellana

El buen comer en Aranda de Duero es sobradamente conocido, especialmente por su cordero lechal o lechazo asado en horno de leña y las chuletillas de cordero. No en vano, Aranda de Duero está considerada la capital del Lechazo, de ahí que haya una nutrida presencia de asadores en esta localidad.

Cordero lechal asado en horno de leña, en horno de leña, en asador de Aranda de Duero

También tiene gran importancia la morcilla de Aranda – variedad de la morcilla de Burgos -, y la cocina castellana en general.Todo ello se puede acompañar de la famosa Torta de Aranda (pan tradicional) y culminar con postres como los empiñonados o las yemas.

En la gastronomía arandina tampoco puede faltar los reconocidos vinos Denominación de Origen Ribera del Duero, de gran calidad, sobre todo los vinos tintos elaborados en las bodegas de la zona.

Todo estos ingredientes hacen de Aranda de Duero no sólo una parada obligatoria a tu paso por Burgos, sino que se merece una escapada.

Y si tienes más días, sigue el curso de la ruta del vino camino de Valladolid, déjate conquistar por Peñafiel, sus castillos y las bodegas que se sitúan a uno y otro lado de la célebre Milla de Oro de la Ribera del Duero. En dirección contraria, podrás adentrarte en la Ribera del Duero de Soria, cargada de cultura en pueblos como El Burgo de Osma, o de hermosos espacios naturales como el imponente Parque Natural del Cañón del Río Lobos.


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De ruta por Aranda de Duero y la Ribera del Duero de Burgos

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